La reducción de la contaminación es una necesidad urgente en las todas las grandes ciudades de China. Según un informe publicado en pasado junio, anunción que las metas de reducción de emisiones de todo el país requieren 1 trillón de dólares (6,6 billones de yuanes) en la financiación verde.
Los costes para reducir el consumo de energías fósiles son muy elevados, pero acompañados de unos objetivos francamente comprometidos y ambiciosos. La Red Estatal de China es la más grande del mundo. Cuenta con unos 2 millones de empleados y más de 300 mil millones de ingresos anuales. Esto hace que resulte el proyecto más ambicios de energía verde del mundo.
Liu Zhenya, presidente de SGCC asegura que es la mejor opción, si las fuentes de energía renovables, como la solar y eólica, son cada vez más una alternativa práctica a la quema de combustibles fósiles sucios.
La SGCC establece que si la generación de energía renovable aumenta a una tasa anual de 12,4% a nivel mundial cada año, las energías renovables podrían representar el 80% del consumo total de energía en el mundo en 2050.
Por etapas de expansión global de cuadrícula
De acuerdo con el Wall Street Journal, el proyecto GEI se divide en tres etapas principales. A partir de ahora hasta el año 2020, el proyecto se centrará en la promoción del desarrollo de las energías renovables, interconexión de redes domésticas y la construcción de redes inteligentes en países de todo el mundo.
Para el año 2030, los planes para conectar redes entre países y la construcción de grandes bases de energía se acelerará. Después de esto, en 2050, el enfoque cambiará a «la creación de bases de energía polares y ecuatoriales, concentrándose nuevas tecnologías de generación de energía en aquellas zonas en las que pueden ser más aprovechables.»
China ha informado que está trabajando en algunas otras ideas innovadoras para generar energía renovable adicional. En pocos años, Shenzhen será la sede de la mayor planta mundial de conversión de residuos en energía.
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