Estrasburgo (Francia) (EuroEFE).- Seis empresas europeas líderes en el sector de la energía, entre ellas la española Iberdrola, reivindicaron este martes en el Parlamento Europeo (PE) una mayor ambición en la reforma del mercado europeo del carbono y pidieron a la UE «acciones» para cumplir con sus compromisos climáticos.
Las empresas (Iberdrola, Centrica, CEZ, ENGIE, Fortum e Innogy), reunidas en Estrasburgo, consideran que la reforma propuesta por la Comisión Europea (CE) «no será suficiente» para cumplir con la «ambiciosa agenda de bajas de emisiones de carbono de Europa» y asegurar el cambio hacia tecnologías con bajas emisiones.
Por ello abogan por que se cree en la UE un régimen de comercio de derechos de emisión (EU ETS) eficaz, que «haga posible la transición energética de modo rentable» y, al mismo tiempo, incentivar la inversión en tecnologías con bajas emisiones de carbono y libres de carbono.
«Las autoridades deben ir más allá de las medidas adoptadas hasta la fecha para reforzar el ETS (retraso/Reserva de Estabilidad del Mercado) y la actual propuesta en debate», afirman las energéticas que abogan por que la UE convierta sus compromisos climáticos «en medidas concretas, con el fin de alinearse con los objetivos acordados en París».
El consejero delegado de Iberdrola, Ignacio Galán, abogó por una economía «más limpia e interconectada» para incrementar la eficiencia y defendió que «si Europa quiere cumplir con sus compromisos», deberá «duplicar su consumo eléctrico de aquí a 2040» en relación a 1990, convirtiéndose este en la principal fuente de energía.
Galán defendió que será necesaria una inversión de 3.000 millones de euros en el sector energético durante el periodo 2015-2040 para que la UE pueda alcanzar sus objetivos climáticos.
Para lograr esos objetivos, Galán subrayó la necesidad de «poner precio a las emisiones» y por «coherencia» en las políticas.
«Los subsidios a combustibles fósiles son 3 veces más grandes que los dirigidos a las renovables», criticó.
Las empresas apoyaron además que las medidas se tomen a escala de la UE frente, en lugar de con iniciativas nacionales «descoordinadas».
