La ingeniería asturiana Duro Felguera atraviesa una grave crisis financiera tras la suspensión de su cotización en la Bolsa española, a raíz de rumores sobre una posible declaración de preconcurso de acreedores. La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) adoptó esta medida cautelar el lunes, a la espera de la difusión de información relevante que podría alterar el futuro de la compañía. Mientras tanto, Duro Felguera se enfrenta a varios litigios que amenazan su estabilidad económica.
Suspensión cautelar de cotización y litigios con Argelia
El principal foco de atención en este momento es la demanda presentada por la estatal argelina Sonelgaz, que reclama 413 millones de euros a Duro Felguera por la suspensión del contrato de la planta térmica de ciclo combinado en Djelfa, Argelia. Este litigio ha sumado presión a una empresa que ya enfrenta otros procesos judiciales en España. Uno de los más destacados es la causa abierta por la Fiscalía Anticorrupción, que reclama 160 millones de euros por presuntos sobornos en Venezuela.
La suspensión de cotización no es la única dificultad que enfrenta la compañía. En 2021, Duro Felguera fue rescatada por la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (Sepi) con 120 millones de euros y, a finales de 2023, recibió otros 90 millones de euros de nuevos accionistas mexicanos, como Prodi y Mota Engil. Sin embargo, la compañía sigue registrando pérdidas, como los 26 millones de euros negativos en el primer semestre de 2024.
Crisis interna y cambios en la cúpula directiva
Los problemas de Duro Felguera también han afectado a su estructura interna. A principios de noviembre, el consejero delegado Jaime Argüelles presentó su dimisión, mientras que Jaime Isita fue relegado de presidente a vicepresidente. Como sustituto, el consejo de administración nombró a Eduardo Espinosa, hasta entonces consejero, como nuevo presidente. Sin embargo, la situación financiera sigue siendo complicada, lo que ha llevado a que se baraje la opción de solicitar un concurso de acreedores, según fuentes cercanas.
A pesar de la incertidumbre, Espinosa trató de tranquilizar a los empleados durante una conferencia interna, asegurando que no se ha presentado ningún documento formal de preconcurso o concurso ante los tribunales. El presidente mexicano de Duro Felguera hizo un llamado a la calma mientras se resuelven los problemas legales y financieros.
El contrato con Sonelgaz y el futuro incierto
El conflicto con la empresa argelina Sonelgaz se remonta a 2014, cuando se firmó un contrato para la construcción de una planta de ciclo combinado en Djelfa por un valor de 544 millones de euros. La obra debía completarse en 40 meses, pero las dificultades han sido constantes. En 2021, Duro Felguera había informado sobre la reactivación del proyecto, aunque bajo un nuevo marco de acuerdos con el cliente y con expectativas de finalización exitosa. Sin embargo, en junio de 2024, la empresa suspendió los trabajos en el proyecto debido a circunstancias ajenas a su control, según explicaron en un comunicado a la CNMV.
Duro Felguera ha anunciado su intención de presentar un escrito de oposición al arbitraje que reclama Sonelgaz y rechazar las demandas por considerar que la suspensión del contrato está justificada por los incumplimientos de la parte argelina. Además, la compañía asturiana prevé solicitar una indemnización por los daños causados.
La situación de Duro Felguera es cada vez más delicada. La suspensión de cotización en la Bolsa, los litigios pendientes y la incertidumbre en su cúpula directiva apuntan a un futuro incierto para la empresa. La compañía debe hacer frente a serias dificultades financieras y legales, con la esperanza de superar la crisis sin tener que recurrir a un concurso de acreedores. La resolución de los litigios y la estabilización de su situación interna serán claves para determinar si Duro Felguera logra superar este difícil momento.