El empleo en el sector energético mundial registró un crecimiento notable en 2023, según el nuevo informe de la Agencia Internacional de la Energía (AIE). La investigación muestra que la industria generó 2,5 millones de nuevos empleos, superando los 67 millones de puestos en todo el mundo, lo que representa un incremento del 3,8%, muy superior al crecimiento del 2,2% de la economía global.
Impulso de la tecnología limpia y la manufactura
El aumento del empleo estuvo impulsado por la fabricación de tecnologías de energía limpia, reflejando un cambio respecto a años anteriores, donde la construcción y la instalación dominaban el panorama laboral. Las inversiones en manufactura de energía limpia se dispararon un 70% en 2023, alcanzando los 200.000 millones de dólares. Este auge respondió a la creciente demanda de tecnologías innovadoras y nuevas políticas gubernamentales.
Entre los sectores destacados, la industria solar fotovoltaica sumó más de medio millón de empleos gracias a un récord en nuevas instalaciones. Asimismo, el sector de los vehículos eléctricos y baterías aumentó su fuerza laboral en 410.000 puestos, a medida que las ventas globales de automóviles eléctricos se acercaron al 20% del total de ventas.
La escasez de trabajadores calificados supone un problema importante
A pesar del crecimiento en el empleo, la escasez de trabajadores calificados se mantuvo como un problema significativo. La AIE reveló que el 75% de los empleadores en 27 países enfrentaron dificultades para contratar en casi todas las categorías, destacándose la escasez en áreas especializadas como redes eléctricas y energía nuclear. Esta falta de talento cualificado contribuyó al incremento de los salarios, posicionando al sector energético con un crecimiento salarial real superior al de otros sectores.
Oportunidades y retos regionales
El informe señala que solo el 25% del crecimiento del empleo en energías limpias desde 2019 ocurrió en economías emergentes y en desarrollo, excluyendo a China, pese a representar el 60% de la fuerza laboral global. Las barreras estructurales, como la falta de infraestructura y una base manufacturera sólida, han dificultado la atracción de inversiones necesarias para generar empleos. Este desafío subraya la importancia de una colaboración internacional más eficaz y políticas orientadas a fortalecer el desarrollo de habilidades.
Perspectivas para 2024
Según datos preliminares, se espera que el crecimiento del empleo en el sector energético se modere al 3% en 2024. Factores como la escasez de trabajadores, el entorno de altas tasas de interés y la evolución de la cartera de nuevos proyectos energéticos podrían influir en esta desaceleración.
La Directora de Sostenibilidad, Tecnología y Perspectivas de la AIE, Laura Cozzi, enfatizó la necesidad de mayor inversión en programas de capacitación. “La transformación del sector energético requiere un esfuerzo conjunto entre gobiernos, el sector privado y las instituciones educativas para mejorar el flujo de contratación y asegurar un futuro sostenible para el mercado laboral”, afirmó Cozzi.
