lunes 27 - octubre 2025

El sector eléctrico exige un modelo retributivo sólido para redes

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El sector eléctrico español reclama urgentemente un modelo retributivo sólido para redes que garantice que las inversiones en transporte y distribución sean recuperables, evitando que los proyectos de modernización queden paralizados por la falta de estabilidad regulatoria.

Contexto y demanda del sector

Las empresas del sector de la energía advierten que el actual esqueleto regulatorio no ofrece la certeza necesaria para acometer grandes inversiones en infraestructura de redes. En concreto, reclaman que el modelo retributivo sólido para redes asegure que los costes operativos (Opex) y de capital (Capex) queden reconocidos y que la retribución financiera tenga parámetros realistas.

Elementos clave que exigen las compañías

Abordan tres grandes bloques: primero, que el sistema contemple el 100 % del límite legal de inversión sostenible; segundo, que el parámetro “K” (relacionado con la nueva potencia conectada) refleje los costes reales de la red; tercero, que existan criterios homogéneos y auditoría clara para la potencia adscrita. De este modo, el modelo retributivo sólido para redes se convierte en eje central para garantizar la recuperación de inversiones en redes eléctricas.

H3: Riesgos de no actuar con rapidez

Si no se asegura un marco estable, las compañías advierten que algunos proyectos estratégicos podrían quedar sin viabilidad. La saturación de la red de distribución, junto a un reconocimiento insuficiente de los costes reales, amenaza con frenar la industrialización, la electrificación de la demanda y el desarrollo de infraestructuras críticas. La estabilidad regulatoria se presenta como condición indispensable para que la inversión en redes de transporte y distribución no se inhiba.

Implicaciones para la planificación estatal

El nuevo marco debe alinearse con la visión estatal de electrificación y redes robustas. Una estabilidad regulatoria para la electrificación permite que los plazos, autorizaciones y planificación estatal converjan con la inversión privada y pública. Así se evitará descoordinación entre reguladores y se fortalecerá la confianza del sector inversor.

Un modelo creíble de retribución, que reconozca los costes reales, asegure la recuperación de capital y ofrezca certidumbre en el tiempo, es esencial. Sólo así el sector podrá apostar con firmeza por la modernización de la red de transporte y distribución y por un marco en el que la recuperación de inversiones en redes eléctricas no quede en entredicho.

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