Red Eléctrica de España ha iniciado el proceso de exposición pública y evaluación ambiental para el segundo enlace eléctrico entre la Península y las Islas Baleares. Este proyecto es clave para el sistema eléctrico del archipiélago, mejorando la calidad del suministro y ayudando a cumplir los objetivos de transición ecológica. Se espera que el nuevo enlace permita cubrir hasta el 65% de la demanda eléctrica anual de las islas y reducir significativamente las emisiones de CO2.
Inicio del período de exposición pública
El proceso de exposición pública está dirigido por la Dirección General de Política Energética y Minas del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Durante este tiempo, instituciones, administraciones y ciudadanos podrán aportar sus opiniones y sugerencias. La propuesta preliminar de Red Eléctrica está basada en un exhaustivo estudio de diversos trazados terrestres y alternativas de aterraje en Mallorca, que se evaluarán a fondo en esta fase.
Consenso para el trazado del proyecto
El segundo enlace es fruto de la colaboración entre el Ministerio, el Gobierno Balear, el Ayuntamiento de Alcúdia, la plataforma de vecinos y Red Eléctrica. Estos actores formaron un grupo de trabajo en julio de 2023, con el objetivo de acordar un trazado que cumpla criterios técnicos, sociales y medioambientales.
El proyecto contempla el aterraje en la zona de Sa Ferradura, situada entre las bahías de Alcudia y Pollença, una ubicación que no afecta al Hábitat de Interés Comunitario Europeo Posidonia oceanica. Además, la estación conversora se ubicará en el polígono industrial de Na Lloreta, junto a la subestación de San Martín, para minimizar el impacto medioambiental.
Un proyecto estratégico para el suministro eléctrico Balear
Incluido en la Planificación de la Red de Transporte de Electricidad 2021-2026, el segundo enlace Península-Baleares más que duplicará los beneficios del primer enlace, en servicio desde 2012. Se espera que cubra un 65% de la demanda eléctrica balear, integrando más energías renovables en el sistema y reduciendo las emisiones de CO2 en 905 kt anuales. Esta conexión será de vital importancia para disminuir la dependencia de los combustibles fósiles y avanzar hacia un sistema eléctrico más sostenible.
El proyecto, que enlazará la estación conversora de Fadrell en Castellón con la nueva estación conversora de San Martín, contará con un cable submarino-subterráneo de 2*200 MW en corriente continua y una longitud aproximada de 400 kilómetros, de los cuales 390 km serán submarinos.
Impacto ambiental y socioeconómico
Durante el desarrollo del proyecto, se evaluarán a fondo las posibles afectaciones ambientales, buscando soluciones que respeten el entorno natural. Además, se espera que esta infraestructura impulse el desarrollo económico local, con la creación de empleo y contratos a subcontratistas de la zona.