En 2024, la energía eólica reafirmó su papel clave en la transición energética española, consolidándose como la principal fuente de generación eléctrica del país. Con un 23% del mix eléctrico nacional, la energía eólica desempeñó un papel determinante en la descarbonización y en la mayor penetración de las energías renovables en el sistema.
Crecimiento y Capacidad Instalada
Durante el año 2024, España alcanzó una capacidad instalada de energías renovables que representó el 64% del parque generador nacional, con una contribución significativa de la energía eólica. Este incremento respondió tanto a nuevas instalaciones como a la optimización de parques ya existentes.
Distribución de la Generación Energética
El mix eléctrico de 2024 mostró la siguiente distribución:
- Energía eólica: 23%
- Energía solar fotovoltaica: 20%
- Nuclear: 19%
- Ciclo combinado: 17%
- Hidroeléctrica: 11%
- Otras fuentes: 10%
Este reparto demuestra el avance hacia una matriz energética más limpia y diversificada.
Reducción de Emisiones de CO₂
Gracias al aumento de la generación renovable, España logró reducir sus emisiones de CO₂ en un 16,4% respecto a 2023, alcanzando un histórico mínimo de 27 millones de toneladas de CO₂ equivalente. Esta reducción estuvo impulsada por la menor dependencia de energías fósiles y por el aumento de la capacidad de interconexión con otros países europeos.
Integración y Retos del Sistema
Uno de los mayores desafíos de la energía eólica es su variabilidad, que requiere un sistema eléctrico flexible y resiliente. En 2024, más del 98% de la producción renovable pudo integrarse en la red peninsular sin vertidos significativos, gracias a mejoras en la gestión de la demanda y al desarrollo de tecnologías de almacenamiento.
Perspectivas Futuras
De cara a 2030, se espera que la capacidad instalada de energía eólica siga creciendo con la entrada en operación de nuevos proyectos offshore y la repotenciación de parques terrestres. Además, la digitalización y la inteligencia artificial jugarán un papel clave en la optimización de la generación y en la predicción de la demanda.
El liderazgo de la energía eólica en 2024 consolidó a España como un referente en energías renovables, reduciendo emisiones y fortaleciendo su seguridad energética. A pesar de los desafíos, la evolución de esta tecnología y su integración en el sistema eléctrico seguirá marcando el camino hacia un futuro más sostenible.