lunes 27 - octubre 2025

Las grandes eléctricas avanzan para solicitar la extensión de la vida útil de la central nuclear de Almaraz

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La noticia se concreta de forma nítida: las compañías Iberdrola, Endesa y Naturgy deciden unirse y actuar en común para formalizar “cuanto antes” la solicitud al Gobierno de España de una prórroga de operación de la planta nuclear de Central Nuclear de Almaraz, cuyo cierre estaba previsto en el calendario pactado para 2027-2028.

El acuerdo entre las eléctricas

Las tres empresas que poseen participaciones en Almaraz han acordado trabajar conjuntamente en la gobernanza interna del proyecto para presentar la solicitud formal ante el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), antes de remitir la documentación al Consejo de Seguridad Concretamente, Iberdrola controla aproximadamente un 53%.
Este movimiento marca un cambio en la estrategia de las eléctricas, que hasta ahora no habían formalizado una petición.

¿Por qué ahora?

El motivo principal reside en condiciones cambiantes del entorno energético: la continuidad de la planta se presenta como un elemento de garantía para la seguridad del suministro y la estabilidad del sistema eléctrico español.
Además, las compañías recuerdan que la instalación se encuentra en “perfectas condiciones técnicas” según valoraciones recientes, lo que fortalece su argumento para prolongar su vida útil.

Las condiciones del Gobierno

Desde el Ministerio para la Transición Ecológica se subraya que cualquier solicitud de prórroga debe cumplir tres líneas rojas:

  • Garantizar la seguridad radiológica de la población.
  • No implicar un coste adicional para los ciudadanos.
  • Contribuir a asegurar la continuidad del sistema de suministro eléctrico.
    Estas condiciones claves permanecen inamovibles, lo que indica que una solicitud formal deberá contar con argumentos sólidos.

Implicaciones y próximos pasos

Si la prórroga se lleva a cabo, la central nuclear de Almaraz podría operar más allá de la fecha inicialmente prevista de cierre en 2027-2028, por ejemplo hasta 2030, según anticipan fuentes del sector.
Para ello, las propietarias deberán presentar antes del plazo establecido la documentación requerida por el CSN, y lograr que el Gobierno autorice avanzar en esa dirección. Además, la cuestión de la fiscalidad de la energía nuclear emerge como elemento clave de negociación.

El procedimiento entra ahora en una fase de presión de calendario: las compañías cuentan con márgenes ajustados para formalizar la solicitud antes de que se active el proceso de cierre automático de su primer reactor. La próxima inscripción oficial del expediente del CSN se vuelve decisiva.

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