La descarbonización multiplicará 200 veces el mercado del vehículo eléctrico

Así como hace diez años las energías renovables libraron una dura batalla contra sus detractores, en la presente década le toca al vehículo eléctrico enfrentarse a los que lo cuestionan con las mismas falsedades de quienes hace diez años sostenían que las renovables eran un lujo que el país no se podía permitir.

Descárgate El informe IPM “El vehículo eléctrico alumbra una nueva cultura energética» y comprueba la imparable competitividad de la movilidad eléctrica.

“Hace veinte años que la entonces Vicepresidenta de la Comisión Europea, Loyola de Palacio, en el Libro Verde “Hacia una estrategia europea de seguridad de abastecimiento energético” anunció el fin del carbón para 2020 y nadie se lo creyó. Hace un año que la Comisión Europea fijó los objetivos de reducción de emisiones del 37,5% para los turismos, un 31% para camionetas y un 30% para camiones en 2030. Marcan el ocaso del motor de combustión en Europa para la misma fecha en la que los vehículos eléctricos pueden llegar a representar el 50% de las ventas (Martin Currie)”

La descarbonización es reducir las emisiones a cero

La adaptación de la economía y los hábitos de las personas hacia la eliminación de los combustibles fósiles y su sustitución por energías renovables determina nuevas reglas de competitividad y productividad que, aunque muchos quieren aplazar a 2050, están plasmadas en las directivas europeas y urgen a los gobiernos, empresas y consumidores a descarbonizar la economía en tres ámbitos:

  1. Energía limpia y distribuida, impulsando el autoconsumo individual o compartido, baterías de almacenamiento, agregadores, comunidades ciudadanas de energías renovables y entornos favorables a la generación distribuida.
  2. Movilidad limpia, compartida y bajo demanda, con vehículos eléctricos que intercambien su energía en la red, infraestructuras y puntos de recarga donde la gente vive y trabaja y tarifas inteligentes que compensen los beneficios que aportan a la red eléctrica.
  3. Edificios autosuficientes con autoconsumo, aplicaciones inteligentes y punto de recarga para el vehículo eléctrico, cumpliendo la Directiva (UE) 2018/844, de eficiencia energética de los edificios, que integra el vehículo eléctrico en la gestión energética del edificio.

Las proyecciones coinciden en el éxito del vehículo eléctrico con carga inteligente

La descarbonización del transporte es el principal objetivo de cualquier plan climático. Supone en España el 28% del consumo energético, el 27% de las emisiones y el 79% del consumo de productos petrolíferos.

“Los objetivos del PNIEC 2021-2030 para el transporte exigen un 28% de consumo de renovables, reducción del 33% de las emisiones y que en 2040 el 100% de las ventas sean vehículos cero emisiones. Estas exigencias se completan con un objetivo de 5 millones de vehículos eléctricos y la inexistencia de objetivos de puntos de recarga”

Las ventas de vehículos eléctricos han crecido en el mundo un 600% en los últimos cinco años.

  • Las proyecciones de Bloomberg NEF son que antes de 2025 el precio del vehículo eléctrico igualará al de los de combustión, que en 2040 los eléctricos representarán el 58% de las ventas de turismos, sacarán del mercado 17 millones de barriles diarios de petróleo y el mundo necesitará 290 millones de puntos de recarga que añadirán un 5,2% a la demanda de electricidad.
  • Transport & Environment (T&E) estima que Europa necesitará 44 millones de vehículos eléctricos y 3 millones de puntos de recarga en 2030, la mayoría en hogares y centros de trabajo, para alcanzar la neutralidad climática en 2050. Monitor Deloitte calculó que, para cumplir sus objetivos climáticos, España deberá contar en 2030 con 6 millones de vehículos eléctricos, 80.000 puntos de recarga y más de 3,4 millones en hogares.

No solo los pronósticos son excelentes, también los beneficiosT&E concluye que, si los gobiernos desarrollan la carga inteligente con electricidad renovable y aprovechan el reciclaje de baterías, los vehículos eléctricos podrían ahorrar hasta 1.300 millones de euros cada año en España por su flexibilidad para cargar a cualquier hora en períodos en que los recursos de red están más disponibles.

“National Grid llega a la misma conclusión de que la carga inteligente y el vehículo que intercambia energía en la red (V2G) serán vitales para la descarbonización porque aportarán la flexibilidad inteligente que la red necesita para integrar el crecimiento de la generación renovable, reduciendo los costes del sistema”.

Tomarse en serio los objetivos de emisiones en el transporte

El coronavirus ha puesto de relieve la relación directa entre el uso del vehículo de combustión y la polución.

“El tráfico y el uso del coche supone para las ciudades europeas un coste de 80.000 millones cada año, según el informe de 2016 sobre Movilidad Urbana Sostenible del Parlamento Europeo, y expone al 90% de los ciudadanos a la contaminación del aire con un coste sanitario entre el 3% y el 9% del PIB europeo”

La Directiva 98/70/CE estableció la obligación de reducir las emisiones de los combustibles suministrados al transporte un 6% en 2020 sobre la referencia de 2010. España incumple doblemente este compromiso por no haber traspuesto, veinte años después, los objetivos de la directiva al ordenamiento jurídico y no haber exigido su cumplimento; por lo que en 2017 y 2018 las emisiones de los combustibles suministrados al transporte disminuyeron solamente el 2,2% y el 2,9%, según la Agencia Europea del Medio Ambiente.

España acabó 2019 con el registro más alto de vehículos contaminantes de los últimos seis años. Según los datos de la Agencia Tributaria la emisión media por vehículo matriculado fue de 121 gramos de CO2 por kilómetro frente a 119 en 2018. A partir de enero de 2021 los fabricantes están obligados a no superar el límite de 95 gramos de CO2 por kilómetro, 80 gramos en 2025 y 60 en 2030.

“El incumplimiento de estos límites a partir del 2021 comportará sanciones equivalentes a los beneficios del sector en España. El abismo es tan grande que la única alternativa es orientar la industria hacia el vehículo eléctrico”

El vehículo eléctrico mejora la productividad por la electrificación

Los vehículos eléctricos son la solución para cumplir los objetivos de reducción de emisiones en el transporte. Así se deduce del informe “Transición hacia una movilidad sostenible” del Colegio Oficial de Ingenieros Industriales y de la U. Politécnica de Madrid que compara la carga nocturna de un vehículo eléctrico, con una emisión de 13 gramos de CO2 por kilómetro, frente a los nuevos motores de combustión con 130 gramos y concluye que con un millón de vehículos eléctricos se reducirían las emisiones un 6,4% y aumentaría el consumo de electricidad solo el 1,1%. Pero dependerá del tipo de recarga, es decir, de que la carga sea inteligente, en el hogar o el centro de trabajo.

En España existen 12 plantas de fabricación de vehículos y un cambio disruptivo hacia la producción de vehículos eléctricos podría modificar y mejorar las ventajas competitivas con nuevos modelos de negocio que sustituirían a los antiguos: baterías, infraestructuras y puntos de recarga, autoconsumo, aplicaciones y carga inteligente, etc. Nueve de las doce plantas tienen confirmados modelos eléctricos y en 2025 solo fabricarán 500.000 coches eléctricos, el 17% del total.

“Fabricantes de vehículos, baterías de almacenamiento, fotovoltaica, eléctricas, petroleras e inmobiliarias están protagonizando las mayores alianzas empresariales para liderar el avance de la movilidad eléctrica”

Un nuevo complejo industrial y tecnológico se está conformando en torno al vehículo eléctrico que exige la convergencia de distintos sectores que hasta ahora se han desarrollado separadamente. El carácter interdisciplinar de la electrificación del transporte no es una barrera sino una ventaja, porque agrandará los beneficios económicos, sociales y ambientales de la movilidad eléctrica.

Fuente | La Oficina de Javier García Breva

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