- Préstamo del EBRD de 80 millones de euros, junto con financiación de la UE y del BEI, para la unidad flotante de almacenamiento y regasificación en Chipre
- Se introduce gas natural en Chipre, lo que reduce la dependencia del petróleo.
- Reducción sustancial esperada en emisiones locales de CO 2 y contaminantes del aire
La población de Chipre se beneficiará de un aire más limpio y menores costos de energía gracias a la introducción de gas natural en el país, con un proyecto financiado conjuntamente por el Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo (BERD), el Banco Europeo de Inversiones (BEI) y el Unión Europea (UE).
El EBRD está proporcionando un préstamo de 80 millones de euros a la Compañía de Infraestructura de Gas Natural de Chipre (ETYFA) para la adquisición de una unidad flotante de almacenamiento y regasificación (FSRU) y el desarrollo de infraestructura relacionada. La FSRU estará anclada permanentemente a unos 1,3 km de la costa de Limassol en la bahía de Vasilikos y se conectará directamente a la estación de energía adyacente Vasilikos, la planta de energía más grande de Chipre.
La UE está extendiendo una subvención de 101 millones de euros para el proyecto en el marco del Mecanismo «Conectar Europa». Los costos restantes del proyecto serán financiados por un préstamo de 150 millones de euros del BEI y una contribución de capital de 43 millones de euros de la Autoridad de Electricidad de Chipre (EAC).
ETYFA es propiedad conjunta de la Empresa pública de gas natural (DEFA) de Chipre y EAC, ambas entidades estatales.
El proyecto es un componente crítico en la estrategia energética de Chipre, con importantes impactos en la seguridad energética, el medio ambiente y la economía. Cerca del 90 por ciento del suministro de electricidad de la isla depende de la importación de productos derivados del petróleo y su sistema de energía está aislado, sin interconexiones de electricidad o gas. La nueva infraestructura permitirá a Chipre reemplazar el combustible pesado costoso y contaminante con gas natural más limpio.
Se espera que el proyecto reduzca las emisiones de CO 2 del país en un 10 por ciento y conduzca a una reducción sustancial de las emisiones locales al aire (dióxido de azufre, partículas y óxidos de nitrógeno). A largo plazo, la planta de energía flexible de gas Vasilikos desempeñará un papel clave de respaldo a medida que Chipre se mueva cada vez más hacia la energía eólica y solar como parte de una acelerada transición verde en la UE.
La inversión se alinea con las prioridades de la Estrategia del Sector Energético del BERD 2019-23, aprobada el año pasado, que enfatiza el papel del gas para permitir la transición de los combustibles intensivos en carbono.
Harry Boyd-Carpenter, Jefe de Energía del BERD para Europa, Medio Oriente y África, dijo: “Este es un proyecto hito para Chipre y estamos orgullosos de apoyarlo. El proyecto será un gran paso adelante en la trayectoria de descarbonización de Chipre. Reducirá la contaminación global y local sin comprometer la transición a largo plazo de la isla a un sector energético bajo en carbono ”.
Symeon Kassianides, presidente de DEFA y ETYFA, declaró: “Después de varios años de arduo trabajo, logramos sentar las bases para desarrollar este proyecto de gran importancia para el futuro energético de Chipre. Quisiera agradecer a las autoridades europeas y al EBRD por permitirnos acercarnos a la realización de una visión nacional que permitirá a Chipre hacer la transición a una nueva era energética ”.
El BERD comenzó a invertir en Chipre de manera temporal en 2015 para apoyar la recuperación económica del país. Hasta la fecha, el Banco ha invertido más de 460 millones de euros allí, todos en el sector privado. Estos proyectos incluyen la financiación de cinco plantas solares para una capacidad instalada total de 11,9 MW en los distritos de Famagusta y Nicosia de Chipre, reduciendo las emisiones de CO 2 en 15.470 toneladas por año.
