Nueva generación de etiquetas energéticas de la UE

Al utilizar menos energía para realizar la misma tarea, podemos lograr ahorros de energía significativos y reducir el desperdicio. Este es el principio básico de la eficiencia energética, y es una de las formas más esenciales para que la UE se aleje de los combustibles fósiles y logre la neutralidad de carbono para 2050.

La mejora de la eficiencia energética beneficiará a la sociedad al reducir las emisiones y nuestra dependencia de las importaciones de energía, al tiempo que reducirá los costes energéticos para los ciudadanos y las empresas en toda la UE.

La etiqueta energética de la UE

La etiqueta energética de la UE es, junto con los requisitos mínimos de «diseño ecológico», una historia de éxito que ha sido clave para impulsar la eficiencia energética de los aparatos eléctricos cotidianos como iluminación, calefacción, frigoríficos, congeladores y televisores, pero también productos como calderas de combustible, neumáticos y acondicionadores de aire.

Desde su creación en 1994, las etiquetas energéticas de la UE han ayudado a guiar y guiar a los consumidores a elegir productos que consumen menos energía y, por lo tanto, durante la vida útil de los productos, también cuestan menos.

La etiqueta energética es reconocida por el 93% de los consumidores y el 79% la considera a la hora de comprar nuevos electrodomésticos, según el Eurobarómetro Especial 492 . Ha sido una fuente de inspiración tanto para etiquetas similares para edificios, automóviles y productos alimenticios como para legisladores, también fuera de la UE.

Volver a la escala original A a G

El éxito de las etiquetas energéticas de la UE ha significado que los fabricantes hayan seguido innovando y desarrollando productos cada vez más eficientes desde el punto de vista energético. Para algunas categorías de productos, la A ya no era suficiente para describir los productos con mayor eficiencia energética, por lo que se tuvo que añadir A +, A ++ o incluso A +++ al sistema de clasificación. Al mismo tiempo, las clases inferiores (E, F, G) para algunas categorías de productos se eliminaron gradualmente debido a requisitos de diseño ecológico o se volvieron tan raras que ya no eran necesarias.

Para ayudar a los consumidores a tomar decisiones informadas cuando compran nuevos productos relacionados con la energía y, al mismo tiempo, seguir alentando a la industria a desarrollar productos que consuman menos energía, quedó claro que las etiquetas energéticas de la UE necesitaban un sistema de escala más simple.

El reglamento marco de etiquetado energético de la UE se actualizó y adoptó hace tres años (Reglamento (UE) 2017/1369) y volverá a introducir una clasificación más simple, utilizando solo las letras de la A a la G. El cambio de escala también conducirá a una mejor diferenciación entre los productos que, según la clasificación de etiqueta actual, todos aparecen en las mismas categorías principales. Significa, por ejemplo, que un frigorífico que actualmente tiene la etiqueta A +++ podría convertirse en una categoría C, aunque el frigorífico sea tan eficiente energéticamente como antes, o que un lavavajillas A ++ se convierta en una categoría E. El principio rector es que la clase A estará vacía al principio, y las clases B y C escasamente pobladas, para allanar el camino para que se inventen y desarrollen productos nuevos y con mayor eficiencia energética.

La Comisión Europea anunció en marzo de 2019 que el primer conjunto de nuevas etiquetas energéticas para lavavajillas, lavadoras, refrigeradores y pantallas electrónicas estará visible en las tiendas a partir del 1 de marzo de 2021 y para las lámparas, a partir del 1 de septiembre de 2021. En la práctica, esto significa que las etiquetas para estos grupos de productos se cambiarán de escala a partir de marzo o septiembre de 2021 en adelante y que las etiquetas antiguas se reemplazarán después de un breve período de transición (2 semanas). Puede haber algunas excepciones raras, como cuando se descontinúa un modelo de producto; en ese caso, el modelo que ya está en los estantes de la tienda puede conservar su etiqueta anterior.

¿Qué cambiará y cómo leer la nueva etiqueta?

Los consumidores de la UE pueden esperar importantes ahorros de energía con el cambio de escala de las etiquetas, pero los profesionales de la industria, como los diseñadores e instaladores de sistemas, también se beneficiarán de una guía más clara.

etiquetas energéticas
  • Las nuevas etiquetas contendrán una escala más simple (A a G) y será más fácil comparar la eficiencia energética entre diferentes productos.
  • La etiqueta energética de la UE es un idioma neutro, imprescindible ya que hay 24 idiomas oficiales en el mercado interior de la UE.
  • Al escanear un código QR en la esquina superior derecha, los consumidores tendrán acceso a información más detallada del producto en el Registro Europeo de Productos para el Etiquetado Energético, llamado EPREL. (NB: esta base de datos será accesible al público a finales de 2020). La base de datos EPREL ayudará a las autoridades nacionales de vigilancia del mercado a verificar que los productos cumplan con los requisitos de eficiencia energética y que la información de la etiqueta sea correcta.
  • Las nuevas etiquetas también pueden incluir iconos que muestren información como la capacidad o dimensiones del producto, el nivel de ruido o el consumo de agua, proporcionando de un vistazo información útil para los consumidores.

Continúan la innovación y el desarrollo de productos sostenibles y de mayor eficiencia energética, y será necesario un mayor cambio de escala también en el futuro, cuando las categorías A y B se llenen en gran medida.

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Fuente | Comisión Europea

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