Proyecto Rómulo. Interconexión Península – Baleares

El enlace eléctrico entre la península Ibérica y las islas Baleares, conocido como proyecto Rómulo, es la primera interconexión submarina de transporte en corriente continua que existe en España.

Proyecto Rómulo

Esta conexión representa la mayor inversión llevada a cabo por Red Eléctrica en un único proyecto (420 millones de euros), y su desarrollo ha constituido un hito de referencia mundial por su singularidad y complejidad técnica, lo que pone de relieve la notable capacidad tecnológica de la compañía.

La interconexión eléctrica entre la Península y las islas Baleares es un proyecto fundamental para asegurar y mejorar la fiabilidad del suministro eléctrico del sistema balear, dadas sus singularidades, con 2 subsistemas de pequeño tamaño y eléctricamente aislados. Este proyecto permitirá además su integración en el mercado eléctrico ibérico, estableciendo así un mercado de generación competitivo en las islas.

La puesta en servicio de la instalación se produjo en agosto de 2012. Durante su primer año de funcionamiento, el enlace ha ofrecido una aportación media de casi el 30 % del consumo global del sistema balear, llegando en momentos puntuales al 40%. El enlace ha alcanzado con creces los objetivos inicialmente previstos en cuanto a la calidad y seguridad de suministro y reducción de costes para el sistema. Desde el punto de vista medioambiental, el balance de este primer año ha supuesto una reducción de emisiones procedentes de generación eléctrica de 285.000 toneladas de CO2.

 

Principales características técnicas del proyecto:

  • Conexión submarina de alta tensión de ±250 kV, compuesta por tres cables (uno de retorno) de 237 km de longitud. Se ha realizado con tecnología de corriente continua dadas las distancias y las potencias necesarias de este enlace.
  • Su profundidad máxima es de 1.485 metros. Actualmente, esta profundidad solo es superada por el enlace entre Cerdeña y la Italia peninsular, con 1.600 metros.Interconexión Península - Baleares
  • El tendido lo han realizado los dos únicos barcos especializados en estas tareas: el noruego Skagerrak y el italiano Giulio Verne.
  • El posicionamiento de los cables en el fondo del mar se ha efectuado mediante un vehículo de control remoto para garantizar su correcta colocación en el lecho marino.
  • Cerca de la costa, el tendido se ha realizado por medio de flotadores, barcas auxiliares y submarinistas, y en zonas más profundas (hasta 1.000 metros) se han usado vehículos submarinos especiales para el soterramiento de los cables a través de agua a presión, para reducir el riesgo de posibles daños derivados de la pesca de arrastre y fondeos.
  • Construcción de dos estaciones conversoras: Morvedre 400 kV, en Sagunto (Valencia), y Santa Ponsa 220 kV, en Calviá (Mallorca), ambas necesarias para transformar la corriente alterna que circula por la red de transporte en corriente continua, para que fluya en las condiciones más óptimas por el cable submarino y se reduzcan las pérdidas de energía, dada la gran longitud del cable.
  • Construcción de tramos subterráneos de algo más de 3 km en cada extremo para conectar con las estaciones conversoras.
  • Instalación de cables de fibra óptica, junto a los cables eléctricos, para garantizar las comunicaciones en ambos extremos.

 

Máximo respeto al entorno natural:

  • Se han evitado yacimientos arqueológicos y granjas de piscicultura y se ha minimizado el impacto a la flora y fauna protegida, así como la afección sobre la pesca y el sector turístico.
  • Se ha elegido de manera especial el trazado de los cables y su sistema de protección para proteger las praderas de posidonia oceánica, una especie vegetal endémica del Mediterráneo y protegida a nivel europeo, para garantizar su conservación.

Más información REE

- Advertisment -
- Advertisment -
- Advertisment -
- Advertisment -

últimas noticias