Cómo aplicar mejor las medidas de eficiencia energética para alcanzar los objetivos de la política climática

Un grupo de expertos ha identificado diversos obstáculos a la aplicación del principio «primero, la eficiencia energética» en la planificación energética, la formulación de políticas y las decisiones de inversión en toda Europa.

El principio «primero, la eficiencia energética» está cada vez más presente en la formulación de políticas, la planificación y la inversión, como parte de los esfuerzos por lograr la neutralidad climática de aquí a 2050, tal como se establece en el Pacto Verde de la Unión Europea. El concepto tiene que ver con el ahorro energético y con «dar prioridad a las soluciones del lado de la demanda, siempre que sean más rentables que las inversiones en la infraestructura de suministro energético», como se reconoce en la estrategia de integración del sector energético publicada por la Comisión Europea. «Aplicar el principio “primero, la eficiencia energética” en todas las políticas sectoriales se sitúa en el núcleo de la integración de los sistemas» El principio «primero, la eficiencia energética» (E1st), que surgió en el decenio de 2010, fue adoptado oficialmente por la Unión Europea en diciembre de 2018, en el Reglamento UE 2018/1999 sobre la gobernanza de la Unión de la Energía y de la Acción por el Clima. Sin embargo, existen diversos obstáculos para su aplicación en varios ámbitos políticos, que van desde las capacidades legislativas y reglamentarias, institucionales y organizativas hasta las económicas y socioculturales. Esta es la conclusión de una encuesta a la que respondieron expertos europeos que trabajan en las políticas de energía o construcción, como parte del proyecto ENEFIRST, financiado con fondos europeos. «El término E1st parece un principio claro que ya se ha incorporado a muchas estrategias políticas nacionales y subnacionales. No obstante, la comprensión del principio y los conocimientos para aplicarlo en la práctica resultan ser aún limitados en todos los sectores y niveles». La encuesta, que abarca diversos ámbitos políticos relativos al uso de energía en el sector de la construcción, como los códigos de red, la política de energía renovable y los reglamentos de construcción, apunta a los obstáculos políticos como «la categoría que mencionan los encuestados con mayor frecuencia, lo que sugiere que aplicar el principio E1st sería ante todo una decisión política». Añade también: «En la encuesta vemos que los obstáculos, o lo que se percibe como impedimentos, se hallan a todos los niveles y en todos los puntos de toma de decisiones, y que tienen mucho que ver con la información y los intereses económicos». En el informe, también se señala que la mayoría de los encuestados hicieron hincapié en «la falta de especialización, conocimientos, concienciación o comprensión, lo que sugiere que es importante dar a conocer buenas prácticas y estudios de casos de forma proactiva».

Barreras culturales

Según se cita en una noticia, Senta Schmatzberger, autora del informe, comenta: «Los obstáculos se ven reforzados por el desconocimiento de los beneficios que conlleva anteponer la eficiencia al ahorro energético para los usuarios finales y, en particular, de sus ventajas para la sociedad en su conjunto». En el informe ENEFIRST también se hace referencia a las barreras culturales que «están relacionadas con los propios hábitos y prácticas de los agentes, así como con la ruptura de la mentalidad de silo». Uno de los encuestados afirma que esta forma de pensar «entre el lado de la demanda y el de la oferta es problemática. Los proveedores de energía se benefician del E1st en términos de requisitos de infraestructura y de picos de demanda, pero este vínculo casi nunca se establece». Para ayudar a identificar los obstáculos relativos a la aplicación del E1st, el informe incluye también una revisión de dieciséis ejemplos de políticas, marcos reglamentarios, programas de empresas energéticas y otras iniciativas que han puesto en práctica el principio E1st y que se analizan en detalle en el «Informe sobre experiencias internacionales con el E1st» de ENEFIRST. Los estudios de casos abarcan diversas prácticas relativas al E1st en Europa y los Estados Unidos. Algunos de esos ejemplos incluyen utilizar tarifas según discriminación horaria para distribuir la demanda a lo largo del día, desplegar redes de calefacción urbana, responder a la demanda, disociar las ventas de servicios públicos de los ingresos, usar calentadores de agua como almacenamiento de la red energética y aprovechar el potencial de eficiencia en los edificios mediante un registro digital. El proyecto ENEFIRST (Making Energy Efficiency First principle operational) estará activo hasta febrero de 2022.

Para más información, consulte: Sitio web del proyecto ENEFIRST

Foto noticia: © Franck Boston, Shutterstock

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