El financiamiento climático de siete de los bancos multilaterales de desarrollo (BMD) más grandes del mundo representó US $ 61.6 mil millones en 2019, de los cuales US $ 41.5 mil millones (67 por ciento) correspondieron a economías de ingresos bajos y medianos, según el Informe conjunto de 2019 sobre Financiamiento climático de los bancos multilaterales de desarrollo . El estudio amplía el alcance de la presentación de informes por primera vez a todos los países de operaciones. Ahora proporciona datos sobre los compromisos de financiación climática de los BMD más allá de los dirigidos únicamente a las economías en desarrollo y emergentes, pero con el foco en los países de ingresos bajos y medianos.
Este año, el informe combina datos del Banco Africano de Desarrollo, el Banco Asiático de Desarrollo (ADB), el Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo (BERD), el Banco Europeo de Inversiones (BEI), el Grupo del Banco Interamericano de Desarrollo (Grupo BID) , el Grupo del Banco Mundial (GBM) y, por primera vez, el Banco Islámico de Desarrollo (IsDB), que se unieron al grupo de trabajo en octubre de 2017. En 2019, el Banco Asiático de Inversión en Infraestructura (AIIB) también se unió a los grupos de trabajo de los BMD, y sus datos se presentan por separado en el informe actual.
El informe de 2019 muestra que 46.600 millones de dólares, o el 76 por ciento del financiamiento total del año, se dedicó a inversiones en mitigación del cambio climático que tienen como objetivo reducir las emisiones nocivas de gases de efecto invernadero y frenar el calentamiento global. De esto, el 59 por ciento se destinó a economías de ingresos bajos y medios.
Los US $ 15.000 millones restantes, o el 24 por ciento, se invirtieron en esfuerzos de adaptación para ayudar a los países a desarrollar la resiliencia a los crecientes impactos del cambio climático, incluido el empeoramiento de las sequías y los fenómenos meteorológicos más extremos, desde inundaciones extremas hasta el aumento del nivel del mar. El 93% de esta financiación se destinó a economías de ingresos bajos y medios.
Fondos climáticos adicionales canalizados a través de BMD, como los Fondos de Inversión Climática (CIF), el Fondo Fiduciario del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM), el Fondo Mundial para la Eficiencia Energética y las Energías Renovables (GEEREF), los fondos de la Unión Europea para la Acción Climática y el Fondo Verde. Climate Fund (GCF), juega un papel importante en impulsar el financiamiento climático de los BMD. En 2019, los BMD informan otros 102,7 mil millones de dólares en cofinanciamiento climático neto (inversiones del sector público y privado), lo que eleva el total de la actividad climática financiada en el año a 164,3 mil millones de dólares.
El informe muestra que los BMD están en camino de cumplir con sus mayores niveles de financiamiento climático. En Nueva York en 2019, una declaración de alto nivel de los BMD destacó que se esperaba que su financiamiento climático anual global totalizara colectivamente al menos US $ 65 mil millones, con US $ 50 mil millones para países de ingresos bajos y medianos para 2025, y que Se esperaba que la financiación para la adaptación de los BMD se duplicara a 18.000 millones de dólares para 2025.
Los informes mejorados de este año están en línea con los compromisos asumidos en la cumbre del año pasado, presentando los datos de financiamiento climático global de los BMD de una manera transparente, consistente y completa. Los BMD han informado sobre el financiamiento climático desde 2011, basándose en una metodología desarrollada conjuntamente para el seguimiento del financiamiento climático. La provisión de financiamiento climático por parte de los BMD contribuye a fomentar flujos financieros globales consistentes con vías de desarrollo que reducen las emisiones de gases de efecto invernadero y son resistentes al cambio climático.
La edición de 2019 del Informe Conjunto sobre el Financiamiento Climático de los Bancos Multilaterales de Desarrollo se publica en medio de la pandemia Covid-19 , que ha causado importantes trastornos sociales y económicos, reduciendo temporalmente las emisiones globales de carbono a los niveles de 2006. El informe señala que los países ahora enfrentan amenazas paralelas de Covid-19 y el cambio climático, así como una oportunidad única de «reconstruir mejor» mediante la planificación de inversiones para sistemas más sostenibles en lugar del enfoque actual intensivo en carbono. El compromiso global es necesario para desplegar recursos financieros, como paquetes de estímulo y recuperación para ayudar a construir economías inclusivas, bajas en carbono y resistentes al clima, agrega.
