El país norteamericano asegura que las compras en el extranjero de estos productos han crecido más de un 60% desde 2012.
Estados Unidos está considerando imponer aranceles a la importación de paneles solares para proteger su industria doméstica.
El Ejecutivo estadounidense avisó al Comité de Salvaguardias de la OMC que el 17 de mayo había iniciado una investigación en materia de salvaguardias con respecto a las células fotovoltaicas de silicio cristalino. En una acción de este tipo se trata de determinar si el aumento de las importaciones de un producto ha causado o puede causar un daño grave a la producción nacional.
Dicha notificación indica que “en términos absolutos la cantidad y el valor de las importaciones de módulos y paneles solares se han incrementado en los últimos cinco años”. En concreto, el total de las compras en el extranjero ha pasado de 5.100 millones de dólares (4.522 millones de euros) en 2012 a 8.300 millones de dólares (7.389 millones de euros) en 2016, un incremento del 62,8%. Además, el citado texto señala que “se han perdido 1.200 puestos de trabajo” al mismo tiempo que “los salarios han caído un 27% entre 2012 y 2016”.
El documento subraya que el aumento de las importaciones se ha producido a costa de parte de la cuota de mercado de la industria local, lo que ha provocado bancarrotas, cierre de fábricas, despidos y un serio deterioro de los resultados de los fabricantes estadounidenses.
Por otro lado, la nota indica que los “productores extranjeros, en respuesta a varias medidas antidumping impuestas a las importaciones de China y Taipéi, han abierto nuevos centros de producción en terceros países”.
Según las cifras ofrecidas por The Independent, en Estados Unidos el sector de la energía solar emplea a más de 374.000 personas. Dicha cifra supone cerca del doble de los trabajadores en los sectores del carbón, el petróleo y el gas.
Fuente | The Independent
