El Departamento de Energía de EE. UU. (DoE) ha anunciado una inversión significativa de $1.500 millones en la construcción de cuatro proyectos de transmisión clave para el desarrollo de energía renovable. Estos proyectos, desarrollados por miembros del Consejo Americano de Energía Renovable (ACORE), permitirán la creación de casi 1.600 kilómetros de nuevas líneas de transmisión y una capacidad de 7,1 GW en seis estados: Luisiana, Maine, Mississippi, Nuevo México, Oklahoma y Texas.
Avangrid de Iberdrola, seleccionada para el proyecto Aroostook
Entre los proyectos más destacados está el Proyecto Renovable Aroostook, que conectará una nueva subestación en Haynesville, Maine, con la red eléctrica de Nueva Inglaterra a través de una línea de transmisión de 111 millas con capacidad de 1,2 GW. Esta infraestructura mejorará la capacidad de energía limpia de la región y permitirá el acceso a energía renovable más asequible.
El contrato para este proyecto, valorado en $425 millones, fue adjudicado a Avangrid, que se encargará de su desarrollo. Según el director ejecutivo de Avangrid, Pedro Azagra, «el desarrollo de nuevas líneas de transmisión es crucial para conectar energía limpia y asequible a la red eléctrica, combatiendo el cambio climático mientras se fortalece la economía del siglo XXI».
Transmisión de alta capacidad en el suroeste de EE. UU.
El segundo proyecto clave es el Cimarron Link, una línea de transmisión de corriente continua de alto voltaje (HVDC) de 400 millas entre el condado de Texas y Tulsa, Oklahoma. Esta infraestructura proporcionará 1,9 GW de capacidad, permitiendo la transmisión de energía eólica y solar de bajo costo a los centros de carga en crecimiento. Cimarron Link creará más de 3.600 empleos durante su construcción y aportará 20 empleos permanentes, con un valor potencial de hasta $306 millones.
Mejoras en la confiabilidad eléctrica
Otro proyecto clave es el de Southern Spirit, que construirá una línea HVDC de 320 millas para conectar la red del Consejo de Confiabilidad Eléctrica de Texas (ERCOT) con las redes eléctricas del sudeste de EE. UU. Esto mejorará la confiabilidad de la red y ofrecerá 3 GW de capacidad bidireccional, ayudando a evitar cortes durante condiciones climáticas extremas. Southern Spirit también impulsará la economía con la creación de 850 empleos de construcción y 305 empleos permanentes, con un contrato valorado en $360 millones.
Transmisión energética en Nuevo México
El cuarto y último proyecto, Southline, desarrollará una línea de transmisión de 108 millas entre el condado de Hidalgo y Las Cruces, Nuevo México, con una capacidad de 1 GW. Este proyecto ayudará a satisfacer la creciente demanda de energía limpia de industrias como los semiconductores y la fabricación de baterías. Además, generará 150 nuevos empleos y aportará hasta $352 millones a la economía local.
Expansión de la red eléctrica y transición energética
En conjunto, estos cuatro proyectos representan un avance fundamental en la modernización de la red eléctrica de EE. UU., lo que permitirá satisfacer el crecimiento de la demanda energética y fortalecer la confiabilidad del sistema eléctrico nacional. El Estudio Nacional de Planificación de Transmisión del DoE concluye que EE. UU. necesita expandir significativamente su infraestructura de transmisión para acelerar la transición a la energía limpia.
Según Ray Long, presidente y director ejecutivo de ACORE, «la expansión del sistema de transmisión es crucial para acelerar la transición hacia una red limpia y confiable en EE. UU.». Long destacó que esta expansión podría ahorrar entre $270.000 y $490.000 millones a los contribuyentes para 2050, asegurando que cada dólar invertido en transmisión pueda generar hasta $1,80 en ahorros del sistema.
Conclusión
La inversión del Departamento de Energía en estos cuatro proyectos no solo impulsará la transición a energías limpias, sino que también generará miles de empleos y mejorará la confiabilidad de la red eléctrica en Estados Unidos. Estos proyectos son esenciales para desbloquear el potencial de las energías renovables y construir una infraestructura energética más fuerte y sostenible para el futuro.
