En la última década, el mercado minorista de electricidad en España ha experimentado una transformación significativa. Desde que en 2003 se completara el proceso de liberalización, la comercialización de energía eléctrica en el país ha alcanzado un grado de apertura y competitividad que supera al de la mayoría de los países de la Unión Europea (UE).
Progreso y evaluación de la competencia
El Consejo de Reguladores Europeos de la Energía (CEER) estableció un manual de indicadores para evaluar la competencia en los mercados energéticos de los países de la UE. Este manual contempla 25 métricas para que los reguladores nacionales identifiquen puntos críticos y propongan mejoras.
Uno de los indicadores clave es el índice de concentración de Herfindhal y Hirschman (HHI). En España, este índice se ha mantenido por debajo de 2.500 en los últimos años, lo que sugiere un mercado competitivo. Sin embargo, el HHI por sí solo no es suficiente; la evaluación debe complementarse con otros indicadores.
Un mercado con múltiples comercializadores
El número de comercializadores activos es un reflejo del dinamismo del sector. España lidera con el mayor número de comercializadores activos a nivel europeo, según un informe de PwC que destaca una «suficiente presión competitiva» en el mercado. Además, pese a la reciente crisis de precios energéticos, el país ha registrado un mayor número de nuevas altas frente a las bajas de operadores, lo que reafirma la inexistencia de barreras materiales de entrada.
Información y acceso al consumidor
El papel de los comparadores de ofertas es esencial para empoderar al consumidor. En España, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ofrece un comparador que cumple con los criterios de objetividad y transparencia recomendados por la Agencia de Cooperación de los Reguladores de la Energía (ACER). Esta herramienta ha contribuido a que la tasa de cambio de comercializador en España sea una de las más altas de la UE.
El entorno de comercialización a plazo
En España y otros países europeos, existen diversas plataformas y agentes que facilitan la negociación de productos energéticos a plazo, lo que refuerza la liquidez del mercado. No obstante, la intervención del Estado mediante tarifas reguladas y otros mecanismos puede impactar en la liquidez y competencia.
Desafíos y futuro regulatorio
Antes de que finalice 2024, los Estados miembros deben enviar un informe a la Comisión Europea sobre el nivel de competencia en sus mercados, justificando cualquier intervención, como la tarifa PVPC en España. Además, la transposición de la nueva Directiva de diseño de mercado eléctrico, que introduce controles adicionales a la actividad de comercialización, podría fortalecer el sector al exigir pruebas de solvencia a las comercializadoras.
En conclusión, el mercado minorista de electricidad en España se distingue por su apertura y competitividad, con un número creciente de comercializadores y una participación activa de los consumidores. Estos elementos confirman la solidez y transparencia del sector, posicionando a España como referente en la UE.