El pasado lunes 25 de noviembre de 2024, un proyecto pionero en el sector energético fue inaugurado en la terminal de Gas Natural Licuado (GNL) de Enagás, ubicada en el Puerto de Barcelona. Este hito marca el inicio de la primera red urbana global que utiliza el frío residual de un proceso de regasificación para abastecer de energía a distintas infraestructuras de la ciudad.
Una solución eficiente para la recuperación de frío
La terminal de GNL de Enagás en Barcelona, uno de los puertos más grandes de Europa, se ha convertido en un referente internacional gracias a esta innovadora solución. En el proceso de regasificación tradicional, el gas natural licuado, transportado a -160ºC, se convierte en gas a temperatura ambiente mediante el uso de agua de mar. Sin embargo, esta nueva tecnología desarrollada por Enagás y Veolia aprovecha el frío residual generado durante este proceso, lo que permite recuperar energía a -20ºC y distribuirla en la zona sur de Barcelona y parte de Hospitalet de Llobregat.
Impacto medioambiental y energético
Este avance representa un paso significativo hacia la descarbonización, con un ahorro de más de 32.000 toneladas de CO2 al año, equivalente a 110 vuelos de larga distancia entre Barcelona y Nueva York. Además, la energía recuperada se inyecta en la mayor red de refrigeración urbana del sur de Europa, que ya beneficia a diversas infraestructuras como la Fira de Barcelona, oficinas de la Generalidad de Cataluña, centros comerciales, hoteles y edificios residenciales.
Una colaboración público-privada ejemplar
El proyecto, que ha sido posible gracias a la colaboración entre Veolia, Enagás y el Ayuntamiento de Barcelona, pone de manifiesto el éxito de las alianzas público-privadas. La iniciativa cuenta con el apoyo de actores locales, lo que ha permitido impulsar el desarrollo de soluciones innovadoras para la recuperación de energía. En este sentido, la firma de acuerdos entre Veolia y Mercabarna abre nuevas posibilidades de aplicar esta tecnología en el mercado mayorista de alimentos de Barcelona, uno de los más importantes de Europa, contribuyendo a una mayor sostenibilidad en la distribución y conservación de alimentos frescos y congelados.
Perspectivas internacionales
Este proyecto no solo tiene repercusiones a nivel local, sino que también abre nuevas oportunidades para replicar esta solución en otras terminales de GNL, tanto en España como en otros países. Con más de 150 terminales de regasificación en el mundo, la recuperación de energía del frío residual representa una vía prometedora para avanzar hacia la soberanía energética y la descarbonización a nivel global.
Energía sostenible, competitividad e innovación
La inauguración de esta red de frío residual en el Puerto de Barcelona es un claro ejemplo de cómo la innovación tecnológica puede transformar la gestión de la energía en entornos urbanos. Este proyecto no solo optimiza el uso de recursos locales, sino que también contribuye a la sostenibilidad y competitividad de las infraestructuras de la ciudad, consolidando a Barcelona como un modelo de eficiencia energética y colaboración entre los sectores público y privado.