A medida que la Unión Europea establece las prioridades estratégicas que guiarán su agenda en los próximos cinco años, las redes de distribución eléctrica se consolidan como un pilar clave para la transición energética y digital. Los Operadores del Sistema de Distribución (DSOs) serán fundamentales para alcanzar el objetivo del 42,5% de energías renovables fijado por la UE, dado que el 70% de estas energías estarán conectadas a la red de distribución para 2030. Además, se prevé que para esa misma fecha más de 30 millones de vehículos eléctricos circulen en las carreteras y se instalen 60 millones de bombas de calor.
La infraestructura energética es clave para la competitividad y resiliencia europea
Las redes de distribución no solo facilitarán la descarbonización de Europa, sino que también garantizarán la seguridad energética del continente. Con más de diez millones de kilómetros de redes eléctricas y cuatro millones de subestaciones, los DSOs aseguran la estabilidad de un sistema energético cada vez más descentralizado. Este tipo de infraestructura es esencial para una industria europea competitiva, además de ser un importante motor económico, generando inversión y empleo.
El plan de acción para las redes
En noviembre pasado, la importancia de las redes de distribución fue reconocida en el Plan de Acción para las Redes Eléctricas de la UE. Sin embargo, los desafíos persisten. Según estimaciones, se necesitarán inversiones de hasta 67.000 millones de euros anuales entre 2025 y 2050, casi el doble de la tasa actual. Estas inversiones deben centrarse en modernizar y expandir la infraestructura de las redes de distribución para soportar el crecimiento de fuentes de energía renovable, vehículos eléctricos y sistemas de almacenamiento.
Recomendaciones para los responsables políticos
Con el fin de asegurar el éxito de la transición energética, los DSOs solicitan a los responsables políticos europeos que adopten medidas clave:
- Crear una nueva Grids Facility dentro del Fondo de Competitividad de la UE, que permita financiar proyectos de redes de distribución alineados con los objetivos de descarbonización.
- Introducir un enfoque de integración de redes en todas las nuevas normativas, asegurando que el desarrollo de la infraestructura no quede rezagado.
- Facilitar inversiones anticipadas en las redes, simplificar los procedimientos de permisos y apoyar la cadena de suministro.
- Lanzar una Academia Europea de Redes, enfocada en desarrollar las habilidades necesarias para llevar a cabo la transición energética y digital.
El Futuro de la transición energética
Los próximos cinco años serán decisivos para cumplir con los objetivos del Pacto Verde Europeo. Las redes de distribución eléctricas, reforzadas por inversiones adecuadas y un marco regulador favorable, jugarán un papel crucial en la transformación energética de Europa. Además, la colaboración continua entre actores clave del sector permitirá afrontar los desafíos y aumentar la aceptación social de estas transformaciones.
Con información de EU DSO Entity.