Contexto europeo en el uso de energías renovables
La energía destinada a calefacción y refrigeración representa aproximadamente la mitad del consumo final bruto total de energía en la Unión Europea. En 2022, la media de la UE en cuanto a la proporción de energía renovable en estos sectores alcanzó un máximo histórico del 24,8%, lo que supone un incremento de 1,8 puntos porcentuales respecto al año anterior.
Suecia lidera esta clasificación con un 69,3% de uso de energías renovables en calefacción y refrigeración, seguida de Estonia (65,4%) y Letonia (61,0%). Estos países utilizan principalmente biomasa y bombas de calor para satisfacer sus necesidades energéticas en estos ámbitos.
Posición de España en la clasificación
En contraste, España se sitúa en la 21ª posición entre los países de la UE, con una proporción del 20,0% de energía renovable en calefacción y refrigeración. Este porcentaje es inferior a la media europea y coloca a España entre los países con menor adopción de energías renovables en estos sectores.
Comparativa con otros países de la UE
Además de España, otros países con bajas proporciones de energías renovables en calefacción y refrigeración incluyen a Irlanda (6,3%), Países Bajos (8,6%), Bélgica (10,4%), Luxemburgo (15,4%), Alemania (17,5%) y Eslovaquia (19,9%). Estos datos reflejan una variabilidad significativa en la adopción de energías renovables en toda la Unión Europea.
Evolución y perspectivas futuras
A pesar de la posición actual, es importante destacar que la proporción de energía renovable en calefacción y refrigeración ha aumentado gradualmente en la UE, pasando del 19,0% en 2013 al 24,8% en 2022. Este crecimiento se atribuye principalmente al uso de biomasa y bombas de calor.
La Directiva sobre el fomento del uso de energía procedente de fuentes renovables de 2023 exige que los países de la UE aumenten su cuota media anual de energías renovables en calefacción y refrigeración en al menos 0,8 puntos porcentuales entre 2021 y 2025, y como mínimo 1,1 puntos entre 2026 y 2030. Este marco legislativo busca acelerar la transición energética en los próximos años.
La posición de España en cuanto al uso de energías renovables en calefacción y refrigeración indica la necesidad de implementar políticas más efectivas y fomentar tecnologías limpias en estos sectores. La adopción de medidas alineadas con las directrices europeas será crucial para mejorar la sostenibilidad energética del país.
