Pese al crecimiento en el sector eléctrico, las energías renovables no avanzan lo suficiente para satisfacer la creciente demanda mundial de energía. La transición hacia calor y combustibles renovables muestra un progreso limitado. Las disparidades en inversión y atención a distintas tecnologías, regiones y vectores energéticos frenan este avance. Además, la falta de integración de políticas y los retrasos en infraestructura ralentizan aún más la transición energética.
El informe «Energía Renovable en el Suministro Energético», publicado hoy, revela estos desafíos. A pesar del éxito en el sector eléctrico, la directora ejecutiva de REN21, Rana Adib, advierte que no se avanza al ritmo necesario para reemplazar los combustibles fósiles. Sin reformas estructurales, no lograremos economías resilientes y sostenibles, cruciales para mantener la trayectoria hacia los 1.5°C.
Adib insta a los gobiernos a implementar políticas de eficiencia energética más fuertes. Esto permitiría reducir la demanda y aumentar el uso de energías renovables. En 2023, las renovables representaron un 30.3% récord de la electricidad global, gracias a políticas favorables, avances tecnológicos y reducción de costos. China, Europa, Estados Unidos y Brasil lideraron este crecimiento con un aumento del 54% en la capacidad eléctrica renovable.
Sin embargo, las renovables aún no cubren la creciente demanda. Entre 2011 y 2021, el uso de carbón, petróleo y gas en el sector eléctrico aumentó un 18%. En 2021, las renovables representaron solo el 10% del suministro de calor y el 3.5% de combustibles. Los combustibles fósiles dominan el suministro global de energía, representando el 79%, con subsidios que alcanzaron los 600 mil millones de dólares en 2023.
Adib subraya que la transición energética debe enfocarse en abandonar los combustibles fósiles, mejorar la eficiencia energética y adoptar energías renovables. Sin estos tres pilares, no se alcanzarán los objetivos climáticos y de desarrollo sostenible.
Durante la COP28 en Dubái, los gobiernos se comprometieron a triplicar la capacidad de energía renovable y duplicar las mejoras de eficiencia energética antes de 2030. Adib enfatiza la necesidad de que los países actualicen sus compromisos en la próxima ronda de Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC) en 2025.
A nivel global, solo tres regiones superan el 35% de electricidad renovable: Latinoamérica y el Caribe, Oceanía y Europa. Latinoamérica y el Caribe lideran con un 62%, gracias a la energía hidráulica. Oceanía alcanzó un 42%, impulsada por la energía solar y eólica en Australia. Europa alcanzó un 39%. En contraste, África y Medio Oriente presentan los porcentajes más bajos, con 24% y 3% respectivamente.
China lidera la inversión en electricidad renovable con un 44% en 2023, seguida por Europa (20.9%) y Estados Unidos (15%). África y Medio Oriente juntos recibieron solo el 3.6% de las inversiones globales. En el sector de biocombustibles, Estados Unidos, Brasil e Indonesia lideran la producción mundial, con Alemania emergiendo como líder europeo.
Adib concluye que los problemas de infraestructura persisten, con 1.5 TW de energías renovables atascadas en colas de conexión a la red. Esta capacidad podría haberse utilizado para abastecer más hogares y negocios, lo que evidencia la urgencia de resolver estos desafíos para avanzar hacia un futuro energético sostenible.