lunes 9 - diciembre 2024

Según la IEA, la eficiencia energética debe ser un pilar esencial para un futuro sostenible.

La urgencia de duplicar la tasa de mejora para 2030 y la necesidad de acciones más decididas

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A pesar de las ambiciosas metas acordadas en la COP28 para 2030, un informe reciente de la Agencia Internacional de Energía (AIE) revela que los avances en eficiencia energética aún están muy por debajo de lo necesario. Para duplicar la tasa de mejora de la eficiencia energética a nivel mundial, es esencial que los países adopten políticas más agresivas y colaboren de manera más efectiva. Esto no solo aumentaría la seguridad energética, sino que también reduciría costos y emisiones globales.

El desafío de alcanzar las metas globales

El informe Eficiencia Energética 2024 de la AIE concluye que la intensidad energética primaria mundial mejorará solo un 1% en 2024, una cifra igual a la de 2023 y considerablemente más baja que la tasa promedio de entre 2010 y 2019. El objetivo global de duplicar esta tasa, acordado por casi 200 países en la COP28, implica alcanzar un progreso del 4% para 2030, frente al 2% registrado en 2022. Sin embargo, el informe subraya que los esfuerzos actuales no son suficientes para cumplir con este ambicioso objetivo.

La eficiencia energética como motor del cambio

El concepto de eficiencia energética se refiere a utilizar menos energía para realizar las mismas actividades, lo que beneficia no solo a la economía, sino también al medio ambiente. Mejorar la eficiencia de los edificios, vehículos y otros sectores clave es fundamental para asegurar una transición energética más limpia, reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y disminuir los costos energéticos para los consumidores.

Avances en políticas a nivel global

El análisis de la AIE revela que más del 70% de la demanda energética mundial está cubierta por países que ya han implementado o actualizado sus políticas de eficiencia energética en 2024. Algunos ejemplos notables incluyen la Unión Europea, que revisó las regulaciones para lograr un parque de edificios con cero emisiones para 2050; China, que ajustó sus normas de electrodomésticos y fortaleció sus objetivos nacionales de eficiencia energética; y Estados Unidos, que introdujo normas más estrictas de ahorro de combustible para vehículos pesados.

La necesidad de aceleración y endurecimiento de políticas

Aunque los avances son significativos, el informe indica que las políticas existentes deben implementarse de manera más rápida y rigurosa para alcanzar las metas globales. Fatih Birol, director ejecutivo de la AIE, destacó la importancia de acelerar las respuestas políticas y garantizar que la eficiencia energética siga siendo una prioridad clave en las agendas gubernamentales a nivel mundial.

Inversiones para un futuro más eficiente

El informe también resalta que, aunque el camino hacia una mayor eficiencia energética requiere inversiones sustanciales, estas inversiones están en aumento. En 2024, la inversión global en tecnologías energéticamente eficientes creció un 4%, con un récord proyectado de 660.000 millones de dólares. Las tecnologías más eficientes no solo son más rentables a largo plazo, sino que también tienen un impacto positivo en la reducción de costos operativos. Por ejemplo, los acondicionadores de aire más eficientes pueden ahorrar hasta un 40% en costos de operación en comparación con los modelos tradicionales.

Un llamado a la acción global

Con el apoyo de herramientas como el Energy Efficiency Progress Tracker, la AIE ofrece un análisis detallado sobre el progreso de la eficiencia energética en diversas regiones y sectores. Sin embargo, para lograr la meta global de duplicar la tasa de mejora en eficiencia energética, los países deben redoblar sus esfuerzos. Esto implica no solo la implementación de políticas más rápidas, sino también un compromiso serio con las inversiones en tecnologías más eficientes, que son clave para asegurar un futuro energético seguro, accesible y asequible para todos.

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