lunes 27 - octubre 2025

España se juega su liderazgo en la eólica marina flotante

El sector urge aprobar la primera subasta de eólica marina flotante para no perder una oportunidad industrial clave para España.

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España se encuentra ante una decisión crítica: actuar con rapidez o dejar escapar una oportunidad industrial única. El Foro Eólico Marino y la Asociación Empresarial Eólica (AEE) reclaman medidas inmediatas para impulsar la eólica marina flotante, advirtiendo que la falta de avances amenaza con erosionar el liderazgo tecnológico que el país ha construido en la última década.

Falta de acción: un freno para la industria española

Las dos organizaciones alertan de que la ausencia de planificación y señales regulatorias está afectando al tejido industrial y reduciendo la competitividad del sector energético español. La demora en la aprobación de la Orden Ministerial que regule la primera subasta de eólica marina flotante no solo pone en riesgo inversiones millonarias, sino también miles de empleos cualificados.

Ambas entidades subrayan que cada año de inacción supone pérdidas económicas y oportunidades truncadas para un sector que ya cuenta con el 75% de la cadena de valor industrial necesaria: ingeniería, construcción naval, fabricación y logística.

Canarias, epicentro del mercado piloto nacional

El archipiélago canario se perfila como el lugar idóneo para iniciar un mercado piloto de eólica marina flotante. El coste actual de generación eléctrica con combustibles fósiles en Gran Canaria multiplica por cinco al de la península. Implementar un parque eólico marino de entre 200 y 250 MW permitiría ahorrar más de 116 millones de euros al año al contribuyente.

Además del beneficio económico, el impacto ambiental sería notable: se evitaría la emisión de más de 570.000 toneladas de CO₂ anuales, lo que contribuiría a reducir la dependencia de combustibles fósiles y estabilizar el precio de la electricidad en la región.

Una estrategia de país pendiente de impulso político

La eólica marina flotante no es solo una alternativa energética, sino un proyecto de país. Francia, Reino Unido, Italia e incluso Portugal ya han avanzado en sus estrategias, mientras España sigue sin concretar su calendario de subastas.

Juan Virgilio Márquez, director general de la AEE, recalca que “España tiene las empresas, la tecnología y los puertos preparados, pero sin un marco regulatorio firme no habrá inversión ni planificación”. De aprobarse la primera subasta en 2026, se podrían activar proyectos capaces de generar más de 4.000 empleos directos y dinamizar las regiones costeras.

Coexistencia y desarrollo sostenible del entorno marino

El sector defiende un modelo de desarrollo compatible con la pesca y las actividades marítimas locales. Los parques eólicos se ubicarán en zonas designadas con bajo impacto visual y mínimo esfuerzo pesquero. Según los estudios del Instituto Español de Oceanografía, los efectos sobre los ecosistemas marinos serían prácticamente imperceptibles.

El compromiso del sector pasa por un crecimiento transparente, dialogado y respetuoso con el medio ambiente, garantizando una transición energética ordenada y sostenible que beneficie a las comunidades locales.

Una oportunidad que no admite más demoras

La eólica marina flotante representa una palanca de transformación económica y social que puede situar a España a la cabeza de la innovación energética europea. No actuar ahora significaría ceder ese liderazgo a otros países.

Como resume Márquez, “España no puede permitirse quedarse atrás; cuenta con los recursos, el conocimiento y la capacidad para liderar esta revolución industrial y tecnológica”.

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