La cadena de suministro de la industria energética celebra su adaptación tras superar las disrupciones causadas por el coronavirus. Aunque aún persisten incertidumbres en torno a la demanda y las tensiones geopolíticas, el sector muestra un balance positivo en los últimos años.
Durante el IX Foro de Energía organizado por elEconomista.es, en Madrid, varios actores del sector debatieron sobre el presente y el futuro de la cadena de suministro en la industria. La mesa redonda contó con representantes de Deloitte, Cuerva, Gedelsa, Abanca, Ghenova Ingeniería y Afry Management Consulting.
Adaptación de la cadena de suministro energética
Eduardo Sánchez Campos, socio responsable de Industrial Products en Deloitte, destacó la necesidad de inversiones para adaptar la cadena de suministro a las nuevas demandas del sector. Estas inversiones incluyen la diversificación de proveedores y proyectos de gran envergadura, como la integración vertical y mejoras operativas.
“La demanda de infraestructuras energéticas sigue en aumento, y las empresas necesitan responder con rapidez”, señaló Sánchez Campos. También comentó que las dificultades en la cadena de suministro están prácticamente superadas, aunque todavía persisten algunos desafíos geopolíticos.
Ignacio Cuerva, consejero delegado del proveedor de energía Cuerva, destacó que 2023 y 2024 han sido años de crecimiento para el sector, aunque señaló que algunos proyectos enfrentan dificultades para despegar.
El crecimiento del sector energético
El crecimiento de la industria energética también se refleja en empresas como Gedelsa y Ghenova Ingeniería. Mar Olmedo, consejera delegada de Gedelsa, mencionó que el sector ha experimentado dos años muy positivos, aunque algunos proyectos se encuentran en una fase de espera.
Por su parte, Fernando Cuervas, consejero delegado de Ghenova Ingeniería, afirmó que su empresa creció un 27% en 2023, duplicando su negocio desde el inicio de la pandemia. Este crecimiento se debe tanto al impulso del mercado como a la expansión internacional de la compañía, que ahora cuenta con más de 1.000 empleados.
Retos para la retención de talento
El crecimiento en la industria ha generado una «guerra por el talento», según Cuervas. Las empresas deben invertir en formación e investigación para seguir siendo atractivas en un mercado globalizado. «La pandemia ha demostrado que el talento puede encontrarse en cualquier lugar, pero también ha facilitado que otras empresas capten nuestro talento», señaló.
El Papel de la financiación en el crecimiento energético
Román Sánchez Gordón, director de Banca Corporativa y Especializada de ABANCA, subrayó el papel clave de la banca en la financiación de proyectos sostenibles y renovables. ABANCA, comprometida con el sector desde 2018, ha creado una unidad de negocio específica llamada Banca Energy para gestionar este tipo de operaciones.
Incertidumbre en los precios de la energía
Ignacio Cobo, de AFRY Management Consulting, advirtió sobre los riesgos relacionados con los bajos precios de la energía. «Ha sido un año positivo, pero persisten algunas preocupaciones. La demanda de energía ha caído un 11% desde 2011, lo que podría afectar las inversiones previstas», explicó Cobo.
Retos globales y reindustrialización de Europa
La reindustrialización de Europa es otro reto importante para la cadena de suministro. Mar Olmedo, de Gedelsa, advirtió sobre la necesidad de apoyar la producción local para evitar depender de proveedores externos. «La industria es clave para la creación de riqueza en un país, y es fundamental contar con herramientas adecuadas para fomentar la producción local», comentó.
Francisco Cuervas, de Ghenova, añadió que Europa debe esforzarse por fabricar componentes clave, especialmente en los sectores solar y eólico, para no depender de países como China. También expresó preocupación por el panorama económico global, señalando que las decisiones en Estados Unidos podrían tener un gran impacto en el sector energético.
Conclusión
A pesar de los desafíos globales y las tensiones geopolíticas, la industria energética ha mostrado un crecimiento sólido. Las empresas del sector están preparadas para adaptarse a las nuevas demandas, con inversiones estratégicas en infraestructuras, tecnología y talento. Sin embargo, es crucial que Europa fortalezca su base industrial para asegurar un futuro sostenible y competitivo.
Fuente: El Economista