La Organización Latinoamericana de Energía (OLADE) ha dado a conocer hoy su Indicador de Inflación Energética para América Latina y el Caribe (IE-LAC) correspondiente al mes de junio de 2024. Este informe, fundamental para entender las dinámicas del mercado energético regional, revela una tendencia decreciente en la inflación energética, que es clave para evaluar el impacto en la economía y la sostenibilidad de los países de la región.
Tendencia a la baja en la inflación energética
El IE-LAC muestra que la inflación energética mensual en América Latina y el Caribe sigue disminuyendo, marcando su cuarta caída consecutiva. En junio de 2024, la inflación energética regional alcanzó un valor de 0.06%, ubicándose por primera vez este año por debajo de la inflación total mensual de la región, que fue de 0.3%.
De los 20 países analizados por OLADE, 14 experimentaron una disminución en su inflación energética. Este dato es significativo, ya que refleja una estabilización de los precios energéticos, lo cual es esencial para la economía regional.
Comparación anual y perspectivas regionales
La inflación energética anual en América Latina y el Caribe, al comparar junio de 2024 con el mismo mes del año anterior, se situó en 2.29%. Esta cifra es notablemente inferior a la inflación total anual de la región, que fue de 4.33%. Desde octubre de 2022, los precios del sector energético han mostrado una tendencia a mantenerse por debajo del promedio general de la economía regional.
Comparativa global: América Latina y la OECD
En un contexto global, los países de la OECD también han registrado una reducción en la inflación energética, con 24 de sus miembros experimentando una disminución en los precios de la energía. La inflación energética en la OECD cayó ligeramente de 2.49% a 2.29% en junio de 2024. Sin embargo, la volatilidad en los precios entre los países ha sido notable. Por ejemplo, Turquía, Colombia, Chile y Dinamarca han visto incrementos en los precios energéticos de aproximadamente un 10% interanual, mientras que en Reino Unido e Italia los precios se redujeron en más del 8%.
Conclusión
El informe de OLADE subraya la importancia de monitorear la inflación energética, ya que sus efectos repercuten directamente en la estabilidad económica y la sostenibilidad ambiental de América Latina y el Caribe. La tendencia a la baja en la inflación energética es una señal positiva, aunque la volatilidad global sugiere que los países deben seguir atentos a las fluctuaciones del mercado energético.