MADRID (Reuters) – El fabricante de turbinas eólicas germano-español Siemens Gamesa dijo el jueves que volvería a crecer en el margen de beneficio para 2023, prometiendo salir de una recesión que se ha visto agravada por las interrupciones de la cadena de suministro durante la pandemia del coronavirus.
A pesar del aumento de la demanda de infraestructura de energía renovable para frenar el cambio climático, un cambio hacia subastas competitivas para la nueva capacidad de generación ha exprimido a los proveedores de turbinas, reduciendo el precio que pueden obtener de los desarrolladores de parques eólicos cuyos presupuestos ya no se alimentan con subsidios.
Siemens Gamesa pronosticó un retorno a un margen operativo del 3-5% en 2021 y del 8-10% en 2023, luego de que esa métrica cayera a un 6.7% negativo en el tercer trimestre de este año.
La compañía, formada por una fusión entre el negocio eólico de la alemana Siemens y la española Gamesa en 2017, dijo que esto se traduciría en ingresos de 10.200 millones de euros a 11.200 millones de euros (12.070 millones de dólares a 13.250 millones de dólares) en 2021.
Como parte de un plan de reestructuración, el presidente ejecutivo Andreas Nauen, que asumió el cargo en junio, nombró a la ex ejecutiva de NH Hotels Beatriz Puente como gerente de finanzas y a dos veteranos de la industria eólica para encabezar otras dos unidades clave en julio.
Antes del brote de coronavirus, la industria ya enfrentaba altos costos del acero, en parte debido a las batallas comerciales entre Estados Unidos y China. La compañía dijo el jueves que los precios de las materias primas se habían «relajado» durante los últimos trimestres.
También dijo que esperaba aumentar la rentabilidad mediante la introducción de nueva tecnología líder, otro tema delicado para los fabricantes de un producto que, según los analistas, puede ser difícil de diferenciar de los competidores, lo que reduce el poder de negociación.
Esta previsión de recuperación a corto plazo supone que no hay una segunda ola o una prolongación significativa de COVID-19, lo que afectó el movimiento global de bienes y piezas y llevó a Siemens Gamesa junto con sus pares Vestas y Nordex a suspender la producción en España.
