Un estudio de Endesa acredita la compatibilidad de los mamíferos salvajes con los parques eólicos

Durante doce meses, la compañía utilizó 46 cámaras de fototrampeo para registrar los movimientos de la fauna en seis instalaciones gallegas y otras tantas de Ávila.

Los parques eólicos no alteran la vida de los mamíferos salvajes que pueblan los montes. Así lo pone de manifiesto un estudio científico, utilizando técnicas de fototrampeo, que Endesa realizó en sus instalaciones de Galicia y de Ávila a lo largo de doce meses. La existencia, la cantidad y los hábitos de la fauna salvaje en los parques no difieren de lo que hay en su entorno, según se ha demostrado después del seguimiento por parte de expertos ajenos a la compañía.

Un corzo pasea por las inmediaciones de un parque eólico.
Un corzo pasea por las inmediaciones de un parque eólico. Fuente ENDESA

El estudio realizado por Endesa –el primero de su género que se hace en España- es relevante tanto por el conocimiento que aporta como por su singularidad, ya que la atención sobre la fauna en los entornos eólicos habitualmente sólo se centra en las aves y los quirópteros. El trabajo de los biólogos se desarrolló de inicio, durante cuatro meses, en la totalidad de los dieciocho parques eólicos que en Galicia gestiona Endesa a través de su filial de energías renovables, Enel Green Power España. En Ávila, la toma de datos se realizó en seis parques durante doce meses.

Con la información recogida en Galicia, los especialistas seleccionaron los seis parques más representativos de los distintos hábitats de la comunidad: Barbanza (Pobra do Caramiñal y Porto do Son), Capelada (Cedeira, Cariño y Ortigueira), Coto Teixido (As Pontes), Faladoira (As Pontes y Mañón), Leboreiro (Muras) y Touriñán (Aranga y Monfero). En estas instalaciones, continuaron la recogida de información hasta completar doce meses de campaña, entre febrero de 2019 y enero de 2020.

En Ávila, el seguimiento se realizó a lo largo de doce meses, entre agosto de 2019 y agosto de 2020, en seis explotaciones eólicas: Aldeavieja (Santa María del Cubillo), Altos de Cartagena (Las Navas del Marqués), Navazuelo (Las Navas del Marqués), Valdihuelo (Urraca Miguel), Lanchal (San Juan de la Nava) y Pucheruelo (San Juan de la Nava).

El trabajo de campo consistió en la obtención de testimonios gráficos de la presencia de mamíferos por distintos lugares de los parques que los biólogos habían identificado como zonas adecuadas para la alimentación, la reproducción o el refugio de la fauna. Para tal fin dispusieron de 46 cámaras de tres modelos distintos, que se disparaban por medio de sensores de movimiento. Los aparatos eran revisados y descargados cada mes. 

Fuente | Endesa

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