Cómo la política de cohesión de la UE está ayudando a hacer frente a los desafíos del cambio climático y la seguridad energética.
En virtud de la reforma de la política de cohesión de la UE acordaron a finales de 2013, todos los Estados miembros están obligados a asignar cuotas significativas de financiación política de cohesión para apoyar el cambio hacia una economía baja en carbono, debido a la inmensidad del desafío en la zona y la importantes beneficios de este tipo de inversiones en materia de desarrollo regional, la competitividad, el crecimiento y el empleo, así como para aliviar la pobreza energética.
Por primera vez, las normas relativas al Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) para 2014-2020 se estipula un gasto mínimo obligatorio para la economía baja en carbono: 20% de los recursos nacionales del FEDER en las regiones más desarrolladas, el 15% en las regiones de transición y 12 % en las regiones menos desarrolladas. Además, también existen para otras prioridades clave de apoyo a las PYME, las TIC y la investigación y la innovación, las asignaciones mínimas obligatorias solamente se aplicaron a la economía baja en carbono.
