jueves 24 - abril 2025

El precio de la luz sin energía nuclear: una crisis inminente en el mercado eléctrico

El precio de la luz podría subir hasta un 40% si España prescinde de la energía nuclear.

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La energía nuclear ha sido, durante décadas, un pilar fundamental en la estabilidad del sistema eléctrico en España. Sin embargo, la posibilidad de prescindir de esta fuente de generación plantea un escenario complejo con consecuencias directas en el precio de la luz. ¿Cuánto aumentarían las tarifas eléctricas si el país abandona la energía nuclear? Analizamos los factores clave y las alternativas disponibles según los datos del informe «Decálogo de la energía nuclear: situación actual y perspectivas a futuro» de la consultora PwC.

Impacto inmediato en los precios de la electricidad

El mercado eléctrico español opera bajo un modelo en el que el coste de generación influye directamente en la factura final de los consumidores. La energía nuclear representa actualmente cerca del 20% del mix energético y proporciona una producción estable, sin depender de las variaciones meteorológicas. Su retirada supondría un incremento en la dependencia de fuentes más costosas y volátiles, como el gas natural, lo que se traduciría en un alza en el precio de la luz.

Según estimaciones del sector, la ausencia de generación nuclear podría elevar el precio del megavatio hora (MWh) entre un 25% y un 40%, dependiendo del reemplazo que se adopte. La razón principal es la necesidad de recurrir a tecnologías más caras, como los ciclos combinados, cuyos costes dependen del precio internacional del gas y de los derechos de emisión de CO2.

¿Es viable un sistema sin energía nuclear?

La eliminación de la energía nuclear no solo afectaría el coste de la luz, sino que también pondría a prueba la seguridad del suministro. Actualmente, las centrales nucleares operan de manera constante, lo que permite equilibrar la oferta y la demanda. Sin ellas, el sistema eléctrico debería apoyarse en energías renovables y en centrales térmicas, lo que implica una mayor variabilidad y posibles problemas de estabilidad en la red.

El reto principal radica en la necesidad de una mayor capacidad de almacenamiento y respaldo. Las baterías y los sistemas de almacenamiento energético aún tienen un coste elevado y una disponibilidad limitada, lo que dificulta su implantación a gran escala en el corto plazo.

Alternativas para evitar una subida descontrolada

Para mitigar el impacto del cierre nuclear en el precio de la luz, sería imprescindible acelerar el desarrollo de infraestructuras alternativas. Algunas opciones incluyen:

  • Ampliación de la capacidad renovable: El impulso de parques solares y eólicos permitiría reducir la dependencia de combustibles fósiles, aunque su producción es intermitente.
  • Desarrollo del hidrógeno verde: Como vector energético, el hidrógeno podría actuar como almacenamiento de energía, aunque su coste sigue siendo elevado.
  • Interconexiones eléctricas con otros países: Aumentar la capacidad de importación de electricidad desde Francia o Portugal ayudaría a estabilizar el mercado.
  • Optimización del consumo: Medidas de eficiencia energética y autoconsumo podrían reducir la demanda en los picos de consumo, amortiguando la subida de precios.

Conclusión: ¿es una decisión acertada?

Prescindir de la energía nuclear en el mix energético español no solo impactaría en el precio de la luz, sino que también supondría un desafío para la estabilidad del suministro y la planificación a largo plazo. La transición energética debe estar respaldada por inversiones en almacenamiento y generación flexible para evitar una crisis de precios que afecte tanto a hogares como a industrias.

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