Canadá pone en marcha el primer minirreactor nuclear del mundo occidental, una infraestructura revolucionaria que promete transformar la producción energética con un modelo más compacto, seguro y eficiente. Este avance no solo posiciona al país norteamericano como pionero en tecnología nuclear de nueva generación, sino que abre un camino claro hacia la industrialización global de los Small Modular Reactors (SMR).
Un modelo nuclear reducido pero con gran ambición
Ontario Power Generation (OPG), en colaboración con GE Hitachi Nuclear Energy, ha iniciado la construcción del primer SMR operativo en el hemisferio occidental. Este proyecto se está desarrollando en Darlington (Ontario) y se prevé que entre en funcionamiento en 2029. Frente a los grandes reactores tradicionales, los SMR destacan por su menor tamaño, costes más ajustados y una construcción más ágil.
Esta instalación será el primero en utilizar el modelo BWRX-300, una tecnología que promete generar 300 megavatios de electricidad sin emisiones, suficiente para abastecer a 300.000 hogares. Según World Nuclear News, el diseño incorpora mecanismos de seguridad pasiva, reduciendo significativamente los riesgos operativos.
Impulso económico e industrial: más allá de la energía
Lejos de ser un experimento aislado, este desarrollo forma parte de una estrategia más amplia. Canadá no solo busca diversificar su matriz energética, sino también posicionarse como exportador de tecnología nuclear avanzada. Empresas como Cameco y SNC-Lavalin ya han mostrado interés en escalar la producción de componentes para futuros reactores.
Además, el gobierno canadiense ha comprometido más de 970 millones de dólares para apoyar el despliegue de este primer SMR, impulsando el empleo cualificado y reforzando el tejido industrial nuclear del país. La meta no es solo abastecer de energía limpia, sino liderar un mercado en crecimiento.
¿Por qué los SMR se consideran el futuro?
El interés internacional por los minirreactores nucleares crece. Frente a los desafíos de seguridad energética y reducción de emisiones, los SMR ofrecen una solución viable y escalable. Países como Polonia, Rumanía y el Reino Unido ya estudian replicar el modelo canadiense en sus respectivos territorios.
La modularidad de estos reactores permite su instalación en zonas remotas o integrados en plantas industriales, con tiempos de despliegue más cortos y un menor impacto en el entorno inmediato. Si bien aún existen retos normativos y logísticos, Canadá demuestra que su adopción ya es una realidad.
Reacciones globales y hoja de ruta internacional
La comunidad energética internacional observa con atención. La Agencia Internacional de Energía Atómica (IAEA) celebra el avance como un “paso clave hacia un nuevo paradigma energético”. Mientras tanto, empresas europeas y asiáticas ya exploran alianzas con Canadá para integrar esta tecnología.
El país no solo marca un precedente, sino que redefine las reglas del juego en el panorama nuclear mundial. Esta inauguración es más que un hito tecnológico; es una declaración de intenciones para un futuro energético más estratégico y diversificado.
Fuente de los datos:
World Nuclear News, Ontario Power Generation, Agencia Internacional de Energía Atómica (IAEA)