El Gobierno andaluz ha decidido elevar sus objetivos en materia de energías renovables, estableciendo metas más ambiciosas que las fijadas por el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC). Esta revisión, promovida por el Consejo de Gobierno, busca aprovechar el potencial de recursos energéticos de la región y consolidar el progreso alcanzado en los últimos años.
Objetivos más ambiciosos para el horizonte 2030
La nueva estrategia marca un incremento significativo en la participación de energías renovables en el consumo final de energía en Andalucía, pasando del 42% actual al 48,5%. En generación eléctrica, la aportación de renovables se elevará al 82%, superando el objetivo nacional del 81%. Además, se reforzará la reducción de emisiones de CO2, con una meta del 55% en comparación con el 50% fijado previamente.
Un crecimiento acelerado en energías limpias
Los resultados recientes justifican este nuevo impulso. En 2024, Andalucía alcanzó una capacidad de generación renovable de 14.500 megavatios (MW), con un incremento del 137% en los últimos seis años. En un solo año se instalaron 2.700 MW adicionales, superando con creces los 1.605 MW registrados en 2023.
Medidas para facilitar la transición energética
La Junta de Andalucía ha implementado una serie de medidas para agilizar la transición hacia un modelo energético más eficiente. La simplificación administrativa, el impulso a proyectos estratégicos y la creación de planes sectoriales han sido clave en este proceso. Entre las iniciativas destacan la Hoja de Ruta del Hidrogeno Verde, incentivos para la competitividad industrial y la futura Ley de Espacios Productivos.
Colaboración público-privada para el desarrollo energético
La Junta también apuesta por la colaboración entre el sector público y privado en tecnologías clave como el hidrogeno renovable y el biogás. La Alianza Andaluza del Hidrogeno Verde y la Alianza Andaluza del Biogás son ejemplos de cómo la región está potenciando estas energías emergentes.
Un paso más hacia la independencia energética
La actualización de los objetivos de la Estrategia Energética de Andalucía 2030 responde al contexto europeo y nacional, marcado por la necesidad de garantizar la seguridad energética. La revisión del PNIEC por parte del Gobierno central refuerza la relevancia de esta transición para la competitividad y el crecimiento de la región.