Las subestaciones mejorarán la fiabilidad de la red, aumentarán la potencia disponible, y facilitarán la integración de energías renovables.
Por otra parte, las subestaciones jugarán un papel esencial en la interconexión de las redes eléctricas de Noruega, Reino Unido y Alemania, y formarán parte del proyecto “Corredor del Oeste”, que mejorará la capacidad de transporte de electricidad en esta región y, en su día, mejorará el sistema eléctrico del norte de Europa.
El mix energético de Noruega es único, ya que aproximadamente el 99 por ciento de la energía generada en el país es hidroeléctrica. El país también tiene un importante potencial de generación eólica, tanto terrestre como marítima. Se está también investigando sobre otras posibles fuentes de generación renovable, como la basada en el oleaje o la bioenergía a partir de madera.
Claudio Facchin, presidente de la división Power Grids de ABB ha declarado: “Tenemos desde hace mucho tiempo una buena relación comercial con Statnett. Hemos colaborado en muchas ocasiones, y estamos orgullosos de hacerlo otra vez para participar en esta importante mejora de la red eléctrica de transporte noruega, aportando nuestras tecnologías de última generación y nuestra experiencia en ejecución de proyectos. En el marco de nuestra estrategia Next Level, estamos comprometidos con la integración de renovables, y con el desarrollo de infraestructuras de transporte eléctrico eficiente y fiable”.
El proyecto incluye el diseño, la ingeniería, el suministro, la instalación y la puesta en servicio de dos nuevas subestaciones de 420 kilovoltios (kV) en Lyse y Fjotland. ABB suministrará todos los equipos eléctricos importantes, incluyendo aparellaje aislado en gas (GIS) a 420 kV, interruptores de carcasa en tensión, transformadores de medida y descargadores. Siguiendo el planteamiento estratégico de ABB, el proyecto será ejecutado en consorcio con NCC, un contratista civil de primer nivel en la región.
ABB es uno de los líderes mundiales en el suministro de subestaciones aisladas en aire, aisladas en gas e híbridas; con niveles de tensión hasta de 1.200 kV. Estas subestaciones facilitan el transporte y la distribución de la electricidad de forma fiable y eficiente, y con un mínimo impacto ambiental; a las compañías eléctricas, las industrias, y las obras de edificación e infraestructuras, incluyendo ferrocarriles, transporte urbano y generación renovable.
