miércoles 9 - octubre 2024

Harland & Wolff entrará en concurso de acreedores. Incertidumbre en el proyecto naval con Navantia

El histórico astillero inglés se enfrenta a dificultades financieras mientras busca alternativas de financiamiento tras el rechazo del Gobierno británico a su solicitud de ayuda pública.

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Harland & Wolff, el legendario constructor naval conocido por haber fabricado el Titanic, ha confirmado que está al borde de la quiebra, tras registrar importantes pérdidas. La empresa ha anunciado que está a punto de entrar en concurso de acreedores y se encuentra en proceso de planificación de contingencia para la designación de administradores, probablemente esta semana.

Según sus últimas cuentas auditadas, la compañía ha sido declarada insolvente, lo que ha generado una gran preocupación no solo en Reino Unido, sino también en España. Harland & Wolff es uno de los socios principales de Navantia en el contrato para la construcción de tres buques logísticos para la Royal Navy, un proyecto valorado en 1.600 millones de libras.

Impacto en el contrato naval con Navantia

El contrato firmado entre Navantia y Harland & Wolff en enero de 2023 ha sido clave para el consorcio Team Resolute, responsable de la construcción de los tres buques logísticos de apoyo para la Flota Auxiliar de la Royal Navy. Este proyecto, que debía comenzar en 2025, tiene a la Bahía de Cádiz como uno de sus principales centros de producción, ya que el astillero de Puerto Real está encargado de cortar los bloques de acero que formarán los cascos de los buques.

Sin embargo, la delicada situación financiera de Harland & Wolff ha generado incertidumbre en torno a este importante acuerdo. La empresa británica ha solicitado una inyección de 237 millones de euros para mantenerse a flote, pero hasta el momento, el Gobierno del Reino Unido ha rechazado ofrecer ayuda pública, complicando aún más el futuro de este contrato.

Medidas y repercusiones

Harland & Wolff ya había tomado medidas para reducir sus costos, incluida la disminución de personal en sectores no esenciales. A pesar de que los ingresos de la empresa aumentaron un 213% en 2023, hasta alcanzar los 86,91 millones de libras, las pérdidas antes de impuestos fueron de 43 millones de libras, lo que ha llevado a la suspensión de la negociación de sus acciones desde julio de este año.

La incertidumbre también afecta al empleo en los astilleros de la Bahía de Cádiz, ya que Navantia tenía previsto que una parte significativa de la carga de trabajo recayera en su planta de Puerto Real. Además, el programa naval prevé más de 14 millones de horas de trabajo repartidas entre España y Reino Unido, un contrato clave para la sostenibilidad de los astilleros españoles.

Futuro del proyecto FSS y el rol de Navantia

A pesar de la crisis, Navantia continúa siendo un socio principal en la construcción de los buques logísticos para la Royal Navy. El consorcio Team Resolute tiene planes de contribuir significativamente a la Estrategia Nacional de Construcción Naval de Reino Unido, con una inversión de 77 millones de libras en la modernización de los astilleros británicos y otros 21 millones en la transferencia de tecnología de Navantia.

El impacto de la quiebra de Harland & Wolff también podría afectar la reputación y la ejecución de este programa, lo que ha encendido las alarmas tanto en el Reino Unido como en España.

El futuro del astillero y su relación con el gobierno

El astillero de Harland & Wolff, fundado en 1861 y uno de los pilares de la industria naval del Reino Unido, ha experimentado varios periodos de crisis a lo largo de su historia. En 2019, la empresa fue adquirida por InfraStrata por 6 millones de libras después de declararse en quiebra. Actualmente, la compañía emplea a unas 1.500 personas y tiene su sede en Belfast, aunque mantiene activos en otras regiones del Reino Unido.

Con el rechazo del Gobierno británico a la línea de garantía de préstamo solicitada, la situación financiera de la empresa se agrava. Varias partes interesadas ya han manifestado su interés en adquirir algunas de sus filiales, lo que abre la posibilidad de una venta parcial o total de la compañía.

El futuro de Harland & Wolff sigue siendo incierto, mientras la empresa espera que las próximas semanas sean decisivas para su supervivencia. Mientras tanto, tanto Navantia como el sector naval español y británico esperan que esta crisis no afecte a uno de los contratos más importantes para ambos países.

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